Si su hijo se rompe un diente a causa de un traumatismo, lo primero que debe hacer es buscar el trozo de diente perdido. Una vez encontrado debe lavarlo con agua o suero y guardarlo en leche, suero o la propia saliva de los padres o el niño o la niña, y acudir al dentista lo antes posible.
Si el diente es de leche y cae entero por el golpe, lo que se denomina avulsión del diente, debe acudir al odontólogo en las siguientes 24 o 48 horas. El diente de leche nunca debe reimplantarse.