Las zonas dentales escondidas o de difícil acceso suponen el 40 % de la superficie dental. Es importante realizar una limpieza de estas zonas, ya que son propensas a contener residuos de difícil extracción con el cepillado y que a la larga, provocan placa bacteriana y molestias.
Para eliminar estos residuos interdentales se puede usar seda o hilo dental. La seda dental no es más que un hilo de material sedoso, de forma redondeada que puede estar encerado o no. Para usarla de manera correcta hay que seguir uno sencillos pasos.
– Coge alrededor de 45 cm de hilo dental, enróllelo alrededor de los dedos anular e índice, dejando en tensión unos 3 o 5 cm de hilo para trabajar.
– Deslice el hilo en tensión suavemente de arriba abajo entre los dientes y de forma curva alrededor del diente hasta la encía, llevando cuidado para no provocar heridas.
– Use partes de hilo limpio conforme avance de diente en diente.
– Al finalizar extraiga el hilo de atrás hacia delante y alejándolo del diente.
Si al cabo de una semana hay un sangrado continuado en las encías, consulte con el dentista.